Yo
me crié con las monjas: “las Hijas de la Caridad”.
Era
el fin de curso del año 1962, todas las niñas teníamos muchas ganas de saber que
notas habíamos sacado.
Ese
año, además, se premiaba a la mejor conducta en todo, mejor en clase y mejor
aplicación.
El
premio consistía en una banda que llevaba escrito la mención por lo que se premiaba.
La
primera banda de honor se le concedió a una niña que luego fue monja, a continuación la de conducta y después fue la
de mejores notas.
Cuando
la madre superiora dijo… “la mejor en aplicación es María del Carmen Gómez”,
dijo mi nombre, yo no me lo podía creer,
me temblaban las piernas.
Ese
día fue inolvidable, lo recuerdo como el día más feliz de mi vida.
Recuerdo de María del Carmen Gómez Gómez